“Es un momento para juntarnos y hablar en positivo. Tenemos que hacer ver la gente que trabaja, la mano de obra que generamos, el arraigo. Los caballos tienen que ser una herramienta para que la gente se pueda desarrollar en su lugar de origen y que no se tenga que ir a las grandes ciudades. Con los caballos uno aprende hasta que se muere”, remarca el presidente de la Cámara de la Industria Nacional Equina (CAMINE) Eduardo Novillo Astrada.
La Cámara se formó en 2019 para unir las fuerzas de todos los que forman parte de alguna manera del mundo equino: criadores, cuidadores, jinetes, veterinarios, petiseros, equinoterapeutas y amantes de los caballos en general. En los últimos meses, ante el difícil contexto generado por la pandemia, la entidad enfocó sus esfuerzos en la generación de protocolos que fueron tomados por muchos municipios para que se pueda sostener la actividad de forma segura. Pero también avanzó junto a senadores de la provincia de Buenos Aires y funcionarios de toda la zona núcleo en la creación de leyes provinciales que luego den lugar a una Ley nacional del caballo.
“Es momento de empezar a jugar fuerte, de hacernos sentir en los municipios y a nivel nacional, que nos respeten como industria”, afirmó Novillo Astrada, y convocó a asociaciones y personas que se quieran sumar a la organización. “Queremos escuchar a todos los que tengan algo que ver con la industria del caballo, queremos representar a todos y trabajar para todos”, aseguró.